2.1.
Localización
Nativo de la región mediterránea septentrional, en la actualidad
sus pinares naturales o naturalizados que muestran una plena adaptación al
medio, unido a su capacidad de regenerarse espontáneamente, se extienden de
manera muy discontinua y dispersa desde Portugal hasta el Líbano y la costa del
mar negro.
Dentro de la cuenca mediterránea, la Península Ibérica es la zona
donde esta especie forma mayores poblaciones espontáneas y se encuentra en
condiciones ecológicas más diversas. En el resto de su área de distribución, el
pino piñonero ocupa principalmente la franja litoral, no alejándose apenas de
la costa ni alcanzando cotas elevadas.
Las masas de Pinus pinea ocupan en España más de
cuatrocientas mil hectáreas, entre naturales y repobladas, de las que 176.000
ha se consideran masas naturales descendientes de sus poblaciones originales o
de creación tan antigua que cabe asumir el empleo de material local. Es el
Sudoeste español (Huelva, Sevilla y Cádiz) la zona más poblada, seguida de la
Meseta Castellana (Valladolid, Zamora, Avila y Segovia), donde se mezcla
fundamentalmente con Pinus pinaster. Se presenta también en Castilla La
Mancha, Cataluña, Madrid, Extremadura y Sierra Morena, en muchos de estos
sitios con importantes masas artificiales de creación reciente.
Dentro del área que nos concierne, en Castilla y León, las masas
naturales de pino piñonero ocupan 40.100 ha, situadas en dos regiones de
procedencia: Meseta Norte, en la cuenca central del Duero; y Valles del Tiétar
y del Alberche, en la provincia de Ávila y con continuidad en las de Madrid y
Toledo (Prada et al., 1997).
Los pinares de la Meseta Norte se localizan, en su mayoría, al sur
del río Duero, en la denominada Tierra de Pinares, con la excepción de unas
pequeñas masas al norte de este río. Su superficie es de 36.600 ha, repartidas
entre las provincias de Valladolid, Ávila, Zamora y Segovia, y algunas
manifestaciones puntuales en las provincias limítrofes. Los límites este y sur vienen
definidos por el óptimo del pino negral y de la encina; en el norte y oeste
linda con las comarcas agrícolas de Tierra de Vino, Tierra de Pan y Tierra de
Campos. En la siguiente tabla se puede observar la superficie ocupada por el Pinus pinea en nuestra comunidad (Gordo,
2004).
PROVINCIA
|
SUPERFICIE
FORESTAL ARBOLADA (ha)
|
|
Meseta
Norte
|
Valles
del Tiétar y del Alberche
|
|
Ávila
|
3.950
|
3.500
|
Segovia
|
2.000
|
-
|
Valladolid
|
28.400
|
-
|
Zamora
|
2.250
|
-
|
Región
de procedencia
|
36.600
|
3.500
|
Castilla
y León
|
40.100
|
|
España
|
179.400
|
2.2.
Pinus
pinea: Región de procedencia Meseta Norte
Pinus pinea región de procedencia Meseta
Norte, se mezcla con frecuencia con el pino negral. Al ser incapaz de competir
con la capacidad de dispersión de su semilla, domina en las áreas más cálidas,
con marcada aridez estival y con suelos más pesados y más o menos
descalcificados.
El piñonero
habita tanto en campiñas arenosas de la Tierra de Pinares como en las laderas y
los páramos calizos, litología esta última que no ocupa el pino negral en esta
región, a no ser que aportaciones de arenas eólicas hayan transformado las
condiciones edáficas de la estación. Por lo tanto, mientras Pinus pinaster está más ligado a los
arenales del sur del Duero, Pinus pinea
aparece en tres dominios geomorfológicos claramente diferenciados: los
depósitos terciarios y cuaternarios de campiñas y valle, los páramos calizos y,
más limitado en superficie, las laderas o cuestas de margas arcillosas o
calizas que separan los dos anteriores.
·
Procesos y factores implicados en la
regeneración natural:
Fructificación: La producción
de fruto se ha asociado tradicionalmente a atributos propios de la estación
(características edáficas, climáticas y orográficas), de la masa forestal (espesura,
madurez) y del árbol (edad, dimensiones, competencia, genotipo) (Sirois, 2000;
García et al., 2000; Calama et al., 2008). Además de la influencia
de la vecería.
Dispersión primaria:
Dispersión a distancias muy cortas ya que se trata de una semilla pesada.
Predación. Dispersión secundaria:
Relaciones tanto de antagonismo (predación directa de la semilla antes o
después de la dispersión de la misma) que pueden constituir un factor limitante
a la regeneración, como de mutualismo (dispersión secundaria de semillas por
frugívoros y granívoros hasta micrositios alejados o inaccesibles desde la
fuente original) (Janzen, 1971).
Germinación y emergencia: Asociadas
a la disponibilidad de luz, cobertura, y contenido de agua en el suelo (Urbieta
et al., 2008).
Factores como la textura del suelo, el porcentaje de materia orgánica,
la microtopografía, o la cobertura herbácea, sin afectar la capacidad
germinativa total, condicionan una emergencia más temprana y/o más rápida,
según afecten a la temperatura y contenido de agua del suelo (Castro et al., 2005; Laliberté et al., 2008).
La presencia de una capa densa de herbáceas inhibe la emergencia,
posiblemente a través de diversos mecanismos como el constituir una barrera
física que impide la penetración de la radícula en el suelo, y la competencia directa
por nutrientes y agua.
Supervivencia y crecimiento:
Existe una relación entre la cantidad de semillas y la cantidad de plántulas.
Pero esta relación no siempre se cumple y también tienen mucha relevancia la
ifluencia de micrositios, el temperamento de la especie, el tamaño de la
semilla, las condiciones del microhábitat, la competencia, la acción de
predadores, etc.
2.3.
Situación actual
Hasta el
momento, la información bibliográfica sobre las masas forestales del pino
piñonero en España se puede considerar escasa o incipiente. Como indicaron
Montero y Yagüe en 1994, no se dispone de un estudio ecológico o selvícola
exhaustivo respecto a su potencialidad productor, y mucho menos de la
fructificación, y a los efectos que el genotipo y la selvicultura tienen sobre
ella.
Una de las
fuentes bibliográficas más destacadas sobre las poblaciones españolas de pino
piñonero es la caracterización de las regiones de procedencia (Prada et al.,
1997); recientemente se celebró un Simposio Internacional sobre el piñonero
(Valladolid, febrero 2000) cuyas Actas dan un panorama de las líneas de
investigación abiertas en la actualidad. En el ámbito internacional, el resumen
más completo de los conocimientos sobre la biología y selvicultura de la
especie es posiblemente la monografía de Agrimi & Ciancio (1994), que
recopila y resume los conocimientos existentes para la 16ª Reunión del Comité
CFFSA/CEF/CFPO sobre Cuestiones Forestales del Mediterráneo Silva
Mediterranea, en el que existe una Red de Coordinación Internacional
dedicada al pino piñonero.
Durante el
último decenio, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), en
colaboración con la Universidad de Valladolid, ha dispuesto numerosos
dispositivos experimentales por toda la Meseta Castellanoleonesa a fin de
analizar las especies de Pinus pinaster
y Pinus pinea.
De dichos
dispositivos, se han realizado estudios importantes como el de Calama (2009)
sobre la germinación, emergencia y supervivencia de regeneración en Pinus pinea L. o la producción de piña y
piñón de Pinus pinea L. También el
llevado a cabo por M. Pardos (2009) relativo a la variabilidad estacional en la
respuesta fisiológica del regenerado del piñonero, puede ser de gran
importancia.
No obstante, la
implantación de estos dispositivos experimentales, traerá consigo en los
sucesivos años, la publicación de un mayor número de estudios a cerca del
piñonero en la meseta Castellana, de tal forma, que los conocimientos a cerca
de la especie podrán verse incrementados y consigo, habrá una mejor posibilidad
de gestionar estas masas para conseguir una regeneración natural viable.
Tratamientos generales de regeneración
·
En masas regulares
El método de
aclareo sucesivo uniforme es el más utilizado en la actualidad.
Con los turnos
de corta propuestos habitualmente para la especie en la actualidad, que oscilan
entre 100-120 años, el periodo de regeneración debe fijarse en torno a 20-25
años. Para lograr la regeneración hay que recorrer los tramos en regeneración
durante los 3-4 primeros años del periodo haciendo cortas preparatorias. Estas
cortas deben conseguir una densidad del arbolado en torno a los 100-150
pies/ha, densidad que se considera óptima para poder proceder a las cortas
diseminatorias.
(Montero et al., 2008)
·
En masas irregulares
En las masas de
P. pinea la condición de
irregularidad se consigue mediante la formación de bosquetes y microbosquetes, generalmente
coetáneos, o con escasa diferencia de edad entre los árboles que lo integran.
El equilibrio
entre las clases de edad debe buscarse dentro del tramo de entresaca o
excepcionalmente para un grupo de tramos, contiguos o no, que formen un cuartel
de ordenación.
Un tramo de entresaca
de pino piñonero estará formado por bosquetes correspondientes a 3 ó 4 clases
de edad. Se establecerá un periodo de rotación de 20-25 años, y se formará un
cuartel de entresaca, que se compone de un número de tramos igual al periodo de
rotación, de manera tal que a lo largo del periodo se puede actuar de forma
sucesiva en cada uno de los tramos.
En el tramo
correspondiente se realizarán cortas de regeneración sobre los bosquetes de más
edad, mientras que en el resto de bosquetes se realizarán clareos, claras y
cortas de mejora, de acuerdo a su edad y a su estado sanitario y se actuará
sobre los individuos de tamaño comercial que se encuentren dominados o
compitiendo con los individuos vigorosos de clases de edad superiores.
Esta
organización de la masa lleva en la práctica a masas relativamente claras, con
mucha diversidad estructural debido al efecto borde. Algunos autores indican
que el número de árboles mayores de 17,5 cm de diámetro por hectárea oscila
entre 90 y 130, el área basimétrica entre 9 y 13 m2/ha y el volumen
entre 90 y 130 m3/ha.
Aunque de acuerdo con los resultados obtenidos en la ordenación de masas
de pino piñonero en estructura irregular en la provincia de Valladolid (Finat et al., 2000; Calama et al., 2005) esta cifra se puede incrementar,
en alrededor de un 20% si se hace una selvicultura intensiva y preocupada por
mantener un correcto equilibrio entre las clases diamétricas y de edad dentro
de cada cantón.
La gestión de
los pinares de piñonero como masas irregulares además, resulta una aplicación
ventajosa en los siguientes casos:
- Masas con
producción preferente de fruto, en las que interesa mantener de forma
continuada un estrato de árboles de edad avanzada, seleccionados de entre los
mejores productores, asegurando continuidad en la producción de piña al nivel
de tramo de entresaca.
- Masas de gran
interés por su alto valor paisajístico o de
uso recreativo y social próximas a áreas urbanas o zonas de recreo.
- Masas con carácter
eminentemente protector y ecológico que por su característica de heterogeneidad
cumple mejor con sus principales objetivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario