En este punto,
trataremos de desarrollar nuestras propuestas selvícolas para gestionar la
totalidad de las masas forestales de Pinus
pinea región de procedencia Meseta Norte, situadas en Castilla y León, cuya
extensión ocupa unas 36.600 ha.
Como toda
gestión selvícola, en primer lugar se precisan datos cuantitativos y
cualitativos de caracterización de las masas, por lo que plantearemos su debido
inventario. Posteriormente, explicaremos las actuaciones selvícolas a realizar
para paliar la problemática existente y conseguir una regeneración natural
exitosa de estos montes. En todo caso,
las actuaciones selvícolas propuestas podrían ser distintas a las adecuadas u
óptimas una vez realizado el estudio
planteado del cual hablaremos posteriormente.
4.1.
Inventario
La superficie
total objeto de ordenación es muy extensa, lo cual hace plantearnos un
inventario bastante generalista que trate de caracterizar las distintas
tipologías de masas de las que disponemos.
Sobre las
36.600 ha no se puede plantear un inventario riguroso con multitud de parcelas
que prolonguen en el tiempo este proceso y eleven notoriamente la cuantía total
de ordenación. Por lo tanto, apoyándonos en datos ya existentes tanto en el
Inventario Forestal Nacional como en la propia administración de la Junta de
Castilla y León, podemos conocer las edades de la mayor parte de las masas de
piñonero que pretendemos gestionar, así como sus principales rasgos
tipológicos.
En su mayoría,
estas masas son coetáneas o regulares, con una única clase de edad, aunque
también disponemos de masas irregulares en algunos puntos. Nuestra idea es
caracterizar mínimamente los diferentes rodales que tenemos para conocer su
tipología y adecuar, en la medida de lo posible, su gestión a dichos rasgos
característicos.
4.2. Actuaciones selvícolas
En vistas a la
problemática existente, hemos podido deducir, que el principal cuello de
botella de las masas de piñonero reside en el establecimiento y supervivencia
del regenerado. Por un lado, debido a las características de la especie, cuya
diseminación es prácticamente primaria, de tal forma que el asentamiento del
regenerado se efectúa bajo copa; por otro lado, debido a las características
climáticas, edáficas y de otra índole que minimizan la probabilidad de
supervivencia del regenerado hasta tal punto que imposibilitan la regeneración
natural de dichas masas.
De esta manera,
las actuaciones selvícolas que planteamos para conseguir una regeneración
exitosa en estas masas mediterráneas, creemos que han de perseguir unos
objetivos comunes independientes del método de regeneración propuesto para cada
una de las tipologías existentes:
- Tendencia
hacia masas más irregulares, pues pese a ser una especie heliófila, son muchos
los estudios que apuntan a que una protección al regenerado en los primeros
años de asentamiento favorece notablemente su supervivencia en este clima
mediterráneo tan seco y caluroso en la época estival.
- Fomento
de árboles lustrosos con gran área de copa que son más productores y
protectores. Se favorece una mejor distribución de la semilla y se aporta una
mayor área sombría sobre el regenerado, de tal forma, que a nivel de rodal, se
busca incrementar la fracción de cabida cubierta para mejorar las condiciones
de regeneración.
- Equilibrar
y controlar el aprovechamiento comercial del piñón que en muchos casos
compromete la capacidad regenerativa del monte. Salvo masas cuya regeneración
este ya establecida o se produzca muy rápidamente, se propone acotar el aprovechamiento
del fruto en las áreas sometidas al proceso selvícola de regeneración, así como
limitar, a su vez, la entrada de ganado.
Una vez
expuestos los objetivos generales perseguidos con las actuaciones selvícolas
propuestas, creemos importante diferenciar dos métodos de regeneración
diferentes a llevar a cabo para cada una de las dos grandes tipologías de masa
que tenemos.
Masas regulares
Siguiendo las
pautas que hemos podido obtener con el estudio de la situación actual,
proponemos el método de aclareo sucesivo y uniforme como el más adecuado para
conseguir una regeneración natural viable en todas las masas regulares.
Del conjunto de
todos los rodales, se comenzará a actuar sobre aquellos cuyas edades hayan
superado o estén más próximas a la edad de madurez de esta especie, considerado
como 120 años. El periodo de regeneración establecido será de 30 años, pues
creemos que en vistas a los problemas de regeneración de estas masas y el
objetivo de conseguir una mayor irregularidad en las mismas, puede verse
beneficiado si incrementamos dicho periodo.
La realización
de las cortas preparatorias y diseminatorias se realizarán a principios del
periodo y se unificarán en una única corta para masas pobremente pobladas, de
tal forma que consideramos como óptimo 100 pies/ha para dar comienzo a una
adecuada regeneración. Las cortas a realizar serán, en todos los casos,
cortas por lo bajo, dejando los pies de
mayor tamaño en copa, por lo que pretendemos maximizar la fracción de cabida
cubierta para la densidad especificada, aspecto que puede mejorar la
supervivencia de las plántulas.
Por otro lado,
creemos necesario ampliar este periodo en el cual la masa tiene un mayor
potencial de diseminación de semilla y asentamiento del regenerado para
garantizar una supervivencia del mismo que haga adecuado su estado futuro. Así
pues, la corta aclaratoria quedaría sujeta al último tercio del periodo de
regeneración, dejándose los árboles en aquellos lugares donde aún la densidad
de las plántulas no sea apropiada para conseguir la regeneración espacialmente
homogénea que venimos buscando.
Masas irregulares
Las masas
irregulares de piñonero van a presentar, en condiciones normales, un éxito de
regeneración mucho mayor que el de las masas coetáneas. De esta forma, creemos
que la regeneración en estos casos tiene un menor cuello de botella y por lo
tanto, será mucho más sencillo llevarla a cabo.
Para estas masas irregulares planteamos un
método de ordenación de entresaca por bosquetes con un turno de 120 años y un
periodo de rotación de 20 años. La cabida periódica a repartir entre los
distintos rodales irregulares se calcula con la siguiente expresión:
Cp
= (S/T) * p
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